Fonollosa, el poeta de la ciudad
- No a la transmigración en otra especie.
- No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.
- No a que me absorba cualquier divinidad.
- No a un más allá, ni aun siendo el paraíso
- reservado a islamitas, con beldades
- que un libro garantiza siempre vírgenes.
- Porque esos son los juegos para ingenuos
- en que mi agnosticismo nunca apuesta.
- Mi envite es al no ser. A lo seguro.
- Rechaza otro existir, tras consumida
- mi ración de este guiso indigerible.
- Otra vez, no. Una vez ya es demasiado.
Ser un poeta casi ignoto, de culto. Quizá a esto pueda aspirar hoy José María Fonollosa, aunque podría sin dudas ser el poeta de muchos, el poeta, por qué no, de todos nosotros que vivimos en una ciudad, y que nos enfrentamos cada día a conflictos que, como señala en un artículo José Ángel Cileruello, solo pueden manar de la ciudad.
El gran «descubridor» de Fonollosa fue Pere Gimferrer. Así me refirió un día la anécdota, por correo electrónico, Cileruello:
«Creo que todo lo que se puede decir está en el prólogo de Ciudad del Hombre New York que hizo Gimferrer. Te lo resumo: Fonollosa y Gimferrer se conocían y tras muchos años sin tratarse un buen día coincidieron por la calle. Gimferrer le preguntó si había seguido escribiendo y Fonollosa le envió el manuscrito completo de Ciudad del Hombre (que tenía como título de los textos las calles de Barcelona). Gimferrer se lo llevó a un editor conocido suyo que decidió publicar una antología del libro (mucho más amplio) si este la prologaba. Así se hizo. Gimferrer también le sugirió que cambiara los nombres de las calles de BCN a las de NY. Ahí acabó todo.
Al cabo de los años el «descubrimiento» resultó fatal para el conocimiento de la obra de Fonollosa. Su libro sigue desconocido en su conjunto, y un tercio de los poemas permanecen absolutamente inéditos. El editor impidió, hasta hace muy poco, que se editara completo el libro. Esperemos que esta injusticia del medio editorial hacia Fonollosa se resuelva pronto con la edición completa del libro, que tiene 236 poemas.»
En suma, solo podemos esperar que esta edición ocurra pronto para poder leer al poeta de la ciudad.
Para aquellos interesados en saber más acerca de Fonollosa, el artículo que JAC publicara en su momento en Quimera, aquí online.
Mercedes Alvarez