Artes visuales

Goya. El sueño de un genio

Exposición
Curador: Ángel Navarro

Inauguración: 28 de mayo 2016
Hasta el 03/10/2016
MUNTREF Artes Visuales, Sede Caseros, Valentín Gómez 4838, Caseros, Provincia de Buenos Aires
Horario de visita: lunes a domingos – 11 a 20.00h

Organizan: Museo Lázaro Galdiano (Madrid) y MUNTREF Artes Visuales
Colaboran: Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) y Museo Castagnino de Rosario
Con el apoyo de la Cooperación Española

Francisco de Goya y Lucientes nació en Fuendetodos, pueblo de Zaragoza, el 30 de marzo de 1746 y murió en Burdeos, Francia, el 16 de abril de 1828. Fue un artista singular que se destacó en todos los ámbitos de práctica artística en los que se desenvolvió. Retratista, maestro y académico, dibujante y grabador, alcanzó las posiciones más destacadas en su medio y en su tiempo gracias a su enorme talento y a la profunda pasión con la que encaró las diferentes circunstancias de su carrera.

Nacido en provincia, le tocó vivir en un tiempo en el que se produjeron grandes cambios políticos, sociales, económicos y también, en el mundo del arte. Su tiempo presenció el fin del Ancien Régime y el nacimiento de nuevas repúblicas, el surgimiento de la revolución industrial y la consecuente implantación de centros industriales, desarrollos urbanos de diferente tipo. Vio morir el Barroco con las formas del rococó, mientras se gestaban el arte neoclásico y el Romanticismo, ambos con grandes aspiraciones de libertad e igualdad. Es un tiempo en el cual aparecen también nuevas técnicas artísticas que proyectan nuevas formas de realización, comunicación y consumo de la obra de arte, descubrimientos que acarrearán la renovación del vocabulario, de las prácticas y de la difusión del arte. El grabado, con novedades como la aguatinta y especialmente la litografía (inventadas a mediados y fines del siglo XVIII), implica no solo una nueva forma expresiva, sino la posibilidad de la reproducción de múltiples ejemplares en un grado hasta este tiempo no sospechado. Los últimos años de Francisco de Goya lo verán practicando la litografía –a la que llevó a su mayor esplendor–, técnica que será usada como el medio ideal para las publicaciones periódicas que difunden hechos y noticias del mundo cotidiano y también en obras de arte destinadas a un gran número de receptores-consumidores. No solo los hechos del siglo XVIII afectaron a Goya, sino también las invasiones y revueltas políticas en su propio medio durante el siglo XIX como la invasión napoleónica, por ejemplo, y otros hechos, como las independencias sudamericanas, que conmovieron a España.

Goya, el sueño de un genio ha sido concebida a partir de los fondos del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, del Museo Castagnino + Macro, y del Museo Lázaro Galdiano de Madrid. Presenta tres de las pinturas que pueden verse habitualmente en la sala Goya del museo porteño, además de una selección de grabados a los que se suman un álbum y una prueba de estado procedentes del museo madrileño. Si bien es una muestra parcial de la extensa producción del artista–concentrada en gran medida en el Museo del Prado y en la Real Academia de SanFernando de la capital española–, permite apreciar su interés por el mundo que lo rodeaba, por sus circunstancias y alternativas y, sobre todo, por su incidencia en sus congéneres. Es ese interés el que llevará a este pintor de corte –cuya principal actividad era realizar retratos oficiales del rey y la corte– a elaborar Caprichos, Desastres de la guerra, Tauromaquia, Proverbios (también llamados Sueños o Disparates) y Toros de Burdeos, cinco series de grabados, además de otros sueltos.

En ellos plasma los resultados de su observación, una serie de imágenes que nos enfrentan con insolencias, crímenes, malos tratos, codicias, sordidez y otras miserias humanas. Estos temas aparecen en una serie de pinturas de pequeño formato que se agregan a otras en las que representa diferentes aspectos de la vida madrileña, como fiestas, procesiones, flagelantes, incendios, etcétera, como los que pueden verse en las tres pinturas del Museo Nacional del Bellas Artes: Incendio en un hospital, Fiesta popular bajo un puente y Escena de disciplinantes, pintados con pincelada libre, espontánea y cargada de materia. Se oponen, o tal vez complementan, a la serena severidad de los retratos reales, de funcionarios o de amigos que el artista pintó y, sobre todo, a sus cartones para tapices, en los que usa temas cotidianos de la vida de Madrid y sus alrededores, caracterizados por sus intensos colores que alegraran las residencias reales a las que estaban destinados.
Ángel Navarro

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