¿Qué sabe Ud de Ortega y Gasset?
Responde María Esther Vázquez
Recordaba y muy bien la vista de Ortega a Buenos Aires en 1916 porque Victoria lo cuenta maravillosamente en su autobiografía, que nosotros en la Fundación Victoria Ocampo reeditamos. En realidad, mi primer contacto con Ortega lo tuve cuando cumplí veinte años porque una amiga de mamá me regaló El espectador y diez años después me firmó el ejemplar Soledad Ortega.
Ese libro me abrió los ojos al mundo, me marcó. En los diferentes ensayos que contiene, encontré un acercamiento a la vida y a la ética deslumbrantes. Lo leí y releí con verdadera pasión y creo que fue en cierto modo fundamental para mi formación.
Cuando Victoria en 1977 inauguró el Diálogo de las Culturas encontré a fervorosos orteguianos; fue el momento más alto de don Julián Marías en la Argentina.
Creo que Ortega fue una especie de faro del siglo XX. Una luz imprescindible en un siglo de guerras, de desencuentros, de grandes cambios y avances científicos y, al mismo tiempo, de frivolidad y desprecio a la vida.