{"id":6389,"date":"2016-09-02T15:42:01","date_gmt":"2016-09-02T15:42:01","guid":{"rendered":"\/?p=6389"},"modified":"2024-05-10T09:46:44","modified_gmt":"2024-05-10T12:46:44","slug":"ya-sabes-james-federico-vite","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/v4.cceba.org.ar\/ya-sabes-james-federico-vite\/","title":{"rendered":"‘Ya t\u00fa sabes, James’ de Federico Vite"},"content":{"rendered":"

Mi zanca Henry James recomienda buscar una fisonom\u00eda femenina para darle refresco a la existencia y lo m\u00e1s l\u00f3gico, al seguir su consejo, es ponerle fin a mi encierro, porque en la ma\u00f1ana el cuarto se vuelve una lumbrera. Despu\u00e9s, s\u00f3lo basta con esperarlo en la parada del cami\u00f3n, es chofer de El Sabor violeta, un autob\u00fas muy ch\u00e9vere, con buenas bocinas, m\u00fasica genial; adem\u00e1s, transita por las facultades de la universidad, ah\u00ed es donde se agarran las mejores nalgas para cotorrear a gusto. No faltan amigas en el asiento trasero: negras y juguetonas. Lo mejor de todo es que en los urbanos no hay ninguna posibilidad de que Aid\u00e9 me encuentre; ella viaja en taxi.<\/p>\n

El claxon de El sabor violeta rompe mis pensamientos.<\/p>\n

\u2014Epa, James, <\/em>\u00bfqu\u00e9 show?<\/p>\n

\u2014Nada, primito, nada. S\u00fabete que la cabeza caliente no piensa.<\/p>\n

\u2014\u00bfVa bien la chamba?<\/p>\n

\u2014No, parna. Aqu\u00ed lo \u00fanico bueno son las cervezas \u2014dice pasando la \u00faltima lata de su six\u2015. El d\u00eda est\u00e1 de la chingada \u2015limpia el sudor de su calva.<\/p>\n

Al primer trago el mundo se vuelve un oasis.<\/p>\n

\u2014\u00bfY el librito qu\u00e9 dice, Vite? Se me hace que est\u00e1s tonteando nom\u00e1s. Ora hacer un libro. Ponte a trabajar, a darle dinero a la nena. Se va ir, cabr\u00f3n. Las chicas no quieren letras. Ya t\u00fa sabes, papi.<\/p>\n

Bebo para no disertar sobre mi novela, pero la vista del James termina por arrancarme unas palabras.<\/p>\n

\u2014Sim\u00f3n, parna. Va tirado, tendido y como que quiere darme alegr\u00edas el noveleo.<\/p>\n

Vamos por la Costera. Yo dejo que la brisa me toque. Supongo que visto desde afuera parezco uno de esos perros que viajan en autos de lujo, con la lengua en la ventanilla.<\/p>\n

\u2014Mira, Vite, si jalamos morras no voy a sacar ni lo de la cuenta y est\u00e1 cabr\u00f3n. La family<\/em> no tiene varo pues.<\/p>\n

\u2014No se ag\u00fcite, con una negra que mueve bien el bote se van las penas, \u00bfqu\u00e9 no, mi James?<\/p>\n

Y en El Sabor violeta suena el reggaeton a todo volumen. La voz de Daddy\u00a0 Yankee<\/em> atrae los mejores culos, los sacudidores, los que anuncian tardes llenas de sudor ajeno. Estamos en el centro del ligue. Suben muchachas de buen ver. Bebo m\u00e1s para animarme. La cerveza ya est\u00e1 caliente, pero debo fingir que a\u00fan sabe deliciosa. Una mujer grandota de cabello largo y chino me sonr\u00ede. Vas, Vite, vas, pienso. As\u00ed que le invito un trago levantando la lata.<\/p>\n

\u2014Te tardaste, mi loco \u2014dice y se acomoda junto a m\u00ed.<\/p>\n

Noto que sus nalgas cubren por completo el asiento. La imagino desnuda, con sus piernas de caballo encima de mis hombros. Su sexo debe oler agrio, fuerte. Divina la negra.<\/p>\n

\u2014\u00bfTe avientas un rol conmigo?<\/p>\n

\u2014Si me invitas una caguama s\u00ed, loco \u2015responde la diosa.<\/p>\n

Sus dientes grandes aparecen por primera vez; los labios gruesos, rojos, de verdad que emocionan a cualquiera. No creo que nadie aguante quince minutos d\u00e1ndole duro a esa boquita sucia y majestuosa.<\/p>\n

\u2014Vamos pues, loca \u2014propongo sonriendo.<\/p>\n

Al decir eso me acuerdo de Aid\u00e9. Ella no tiene los labios as\u00ed, tampoco es aventada; siempre, cautelosa.<\/p>\n

El Sabor violeta lleva menos de la mitad del recorrido y yo me siento con \u00e1nimo de pasar a la tienda de Vilma, ella le f\u00eda a James, pero a\u00fan faltaba un tramo largo para eso.<\/p>\n

\u2014\u00bfY t\u00fa qu\u00e9 haces? \u2014grita porque la m\u00fasica aumenta.<\/p>\n

De pronto creo que el ruido de las bocinas sale de mi verga, como si estuviera ansiosa, hambrienta de esta reina que domina el arte de ligar.<\/p>\n

\u2014Soy escritor \u2014digo con fuerza.<\/p>\n

Ella r\u00ede. La veo coqueta; m\u00e1s bien, puta. Supongo que a la segunda cerveza esta mujer es una puerta bien abierta.<\/p>\n

\u2014Entonces escr\u00edbeme algo \u2014abre la boca diciendo algo y simplemente me dej\u00f3 abanicar por la solvencia lujuriosa de sus pesta\u00f1as.<\/p>\n

\u2014Dame un beso, primero.<\/p>\n

Los labios de la negra conquistan los m\u00edos.<\/p>\n

James me ve por el retrovisor. \u00a0Cuando pone esa cara de la est\u00e1s cagando es justo cuando me gusta alguien. As\u00ed ha pasado con otras diosas, pero este camarada de pronto se pone serio.<\/p>\n

\u2014Inv\u00edtame una pues, loco.<\/p>\n

Hago se\u00f1as a James; me entiende a medias, eso creo, porque mueve la cabeza de un lado a otro. Me levanto y le digo en la oreja que se pare en la tienda. No quiere.<\/p>\n

\u2014\u00bfTe abres, parna?<\/p>\n

\u2014Pendejo, es la hermana del Bari.<\/p>\n

Un escalofr\u00edo es un rel\u00e1mpago en la columna vertebral, eso comprendo al o\u00edr nombrado al Bari. Ese tipo se las gasta: ha matado a unos quince cabrones; siempre trae pistola y es due\u00f1o de varios camiones de esta ruta. El hijo de puta tiene poder, dinero y, por si fuera poco, su hermana est\u00e1 buen\u00edsima.<\/p>\n

\u2014\u00a1Verga! Pero la negra quiere, Jamesito.<\/p>\n

\u2014Pero ni moverle, Vite.<\/p>\n

Regreso a mi asiento, esta vez con miedo; me imagino lleno de agujeros en el pecho.<\/p>\n

\u2014\u00bfY la caguama, loco?<\/p>\n

No s\u00e9 qu\u00e9 responderle.<\/p>\n

\u2014Adelante; m\u00e1s all\u00e1 la compramos.<\/p>\n

Me ve con la certeza de que estoy cag\u00e1ndola.<\/p>\n

\u2014Puto.<\/p>\n

\u2014\u00bfQu\u00e9?<\/p>\n

\u2014Eres puto, eso dije<\/p>\n

Se me traba la lengua. Tengo la sensaci\u00f3n de que mi est\u00f3mago es una sart\u00e9n hirviendo.<\/p>\n

\u2014\u00bfC\u00f3mo se te ocurre, pendeja? No mames.<\/p>\n

La negra me clava los ojos. Supongo que as\u00ed, de esa manera despiadada, ve el Bari a todos los cabrones que mata.<\/p>\n

\u2014As\u00ed me gustan, papito, con g\u00fcevos. Trae la caguama y te llevo a un lugarcito para que me escribas algo en las nalgas.<\/p>\n

Siento mariposas en mi est\u00f3mago. James vuelve a mover la cabeza, aunque esta vez no quiere ver mi reflejo en el retrovisor. La carne, la maldita carne. El Sabor violeta se detiene para subir m\u00e1s pasaje; yo no tengo opci\u00f3n: desciendo en busca de bebida.<\/p>\n

La ni\u00f1a que atiende la miscel\u00e1nea pone la boca chueca ante mi petici\u00f3n y se\u00f1ala un letrero: No se humille pidiendo fiado. Regreso al cami\u00f3n sinti\u00e9ndome un hombre podrido.<\/p>\n

\u2014No quiere fiar, James \u2014confieso pegando la boca al o\u00eddo de mi parna.<\/p>\n

Arrebato unas monedas de la cajonera del cambi\u00f3. Ya con dinero en la mano, la chamaca de la tienda sonr\u00ede al darme mi pedido. Estoy de vuelta en mi asiento, sin miedo, con lujuria acumulada. Tengo una caguama entre las manos.<\/p>\n

\u2014Sale, coqueta. \u00a1B\u00e9bale! \u2014afirmo sacudiendo la cabeza al ritmo del reggaet\u00f3n y paso la cerveza. Prefiero no ver a James.<\/p>\n

\u2014Vas bien, loco, vas bien \u2014dice la negra con seguridad y abre un poco las piernas.<\/p>\n

Pone su mano en mi pecho: me ara\u00f1a. Bebe despacio la cerveza. No se ve con \u00e1nimo de compartir la caguama. Sabe c\u00f3mo portarse la muy divina.<\/p>\n

\u2014Adelante nos quedamos, loco \u2014dice con firmeza, sujeta el pico de la botella.<\/p>\n

\u2014Sim\u00f3n \u2014respondo y me acerco a James para pedirle chance de bajarnos en la esquina, donde los jardines de la Facultad de Turismo son buenos para consumar encuentros carnales; antes de partir le agandallo unas monedas m\u00e1s.<\/p>\n

\u2014La vas a cagar, Vite, pero t\u00fa sabes \u2014lamenta James, pero no hay vuelta de hoja. Veo a la negra retadora, con ganas de darme la cogida de mi vida\u2015. Te veo al rato en la playa para que me cuentes qu\u00e9 tal estuvo el cotorreo \u2015chocamos los pu\u00f1os y \u00e9l de nuevo limpia el sudor de su calva blanca.<\/p>\n

Salimos de El sabor violeta. La cantina al frente es de las m\u00e1s peque\u00f1as que hay en el puerto. Tres mesas de pl\u00e1stico y un ba\u00f1o de un metro cuadrado, casi siempre con un hedor poderoso, eso es todo, claro, tambi\u00e9n hay clientes trasnochados.<\/p>\n

\u2014Aqu\u00ed tengo un privado, mi loco \u2014susurra y una gota de cerveza resbala por sus labios con la indiferencia de un barco que se aleja<\/em>. Imagino que mi semen podr\u00eda caer con la misma lentitud por esa boca.<\/p>\n

\u2014No esperaba menos \u2014digo por decir algo, porque lo \u00fanico claro es la ansiedad por saborear a esta negra.<\/p>\n

Camina hacia el ba\u00f1o. Con su dedo \u00edndice me pide que la siga. Y voy tras los movimientos de su cadera. El ba\u00f1o huele a orines. Ella entrecierra la puerta de madera. Las meseras se dan cuenta de nuestras intenciones. Lo s\u00e9, escucho los susurros, las carcajadas.<\/p>\n

\u2014\u00bfSabes por qu\u00e9 me gustas? \u2014la reto.<\/p>\n

\u2014No.<\/p>\n

\u2014Porque eres como yo.<\/p>\n

Se r\u00ede. Pone la caguama en el lavabo y se acerca con los brazos extendidos para aferrarse a mi espalda. Huelo su cuello. Levanto la blusa: encuentro dos flores carn\u00edvoras coronando su pecho.<\/p>\n

\u2014B\u00e1jate la bermuda, ni\u00f1o.<\/p>\n

Obedezco. Siento c\u00f3mo baja su boca por mi torso y se detiene frente a la bragueta de mi b\u00f3xer. Oigo que alguien abre la puerta. Descubro a Bari con un palillo entre sus dientes.<\/p>\n

\u2014As\u00ed que s\u00ed, manita \u2014termina la frase chasqueando la lengua.<\/p>\n

Me tiemblan las piernas, las manos.<\/p>\n

\u2014Ens\u00e9\u00f1ame la verga \u2015ordena escupiendo el mondadientes.<\/p>\n

Obedezco. El Bari me observa. Su hermana se escuda tras \u00e9l; se empina la caguama.<\/p>\n

\u2014Date una vuelta, mu\u00f1eco \u2015noto que este hombre disfruta mandar.<\/p>\n

Pienso en Aid\u00e9, en mi novela, en las advertencias de James. Nada de eso sirve ahora. Emparejan la puerta del ba\u00f1o. Me visto. Me sacan a empujones dos tipos. Fuera de la cantina hay un cami\u00f3n estacionado con la m\u00fasica a todo volumen. Subo los escalones. Siento que voy directo a una b\u00f3veda o la fosa com\u00fan m\u00e1s vistosa del cementerio.<\/p>\n

El Bari, ya desnudo, me espera al final del pasillo. Dice que me invitar\u00e1 lo que quiera si me porto bien. Me da la espalda. Tres j\u00f3venes, a unos metros de \u00e9l, graban con sus celulares la escena.<\/p>\n

\u2014My lover \u2014dice y se pone la pistola en la cabeza\u2014. M\u00e9temela, pendejo.<\/p>\n

En cuesti\u00f3n de minutos estar\u00e9 m\u00e1s tranquilo. No es gran cosa esto. No.<\/p>\n

\u2014Ap\u00farate, pendejo \u2015ordena afeminando su voz.<\/p>\n

Acato las \u00f3rdenes. S\u00e9 que de hoy en adelante no voy a frecuentar esta ruta. Debo terminar la novela. Estar\u00e9 mejor despu\u00e9s de la eyaculaci\u00f3n.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Ya t\u00fa sabes, James<\/p>\n","protected":false},"author":2,"featured_media":6390,"comment_status":"closed","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[13,11],"tags":[398],"class_list":["post-6389","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-recomendados","category-literatura","tag-literatura","h-entry"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/v4.cceba.org.ar\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6389"}],"collection":[{"href":"https:\/\/v4.cceba.org.ar\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/v4.cceba.org.ar\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/v4.cceba.org.ar\/wp-json\/wp\/v2\/users\/2"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/v4.cceba.org.ar\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=6389"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/v4.cceba.org.ar\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6389\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":9703,"href":"https:\/\/v4.cceba.org.ar\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6389\/revisions\/9703"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/v4.cceba.org.ar\/wp-json\/wp\/v2\/media\/6390"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/v4.cceba.org.ar\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=6389"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/v4.cceba.org.ar\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=6389"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/v4.cceba.org.ar\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=6389"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}