Poetas leen poesía

Brenda Ríos habla de un poema de Omar Khayyam

Escucha lo que la Sabiduría te repite todo el día: La vida es breve. Nada tienes en común con las plantas que retoñan después de haber sido cortadas.

[…]

He aprendido mucho y mucho he olvidado también voluntariamente. En mi memoria cada cosa estaba en su lugar. Por ejemplo, lo que estaba a la derecha, no podía ir a la izquierda. No conocí la paz hasta l día en que lo arrojé todo con desprecio. Por fin había comprendido que es imposible afirmar o negar.

 Robáiyat, Omar Khayyam. Traducción de Enrique López Amaya; Zeus, Barcelona, 1963.

 

Sobre Omar Khayyam dice Brenda Ríos:

Omar Khayyam fue un poeta y astrónomo y matemático que vivió entre 1040 y 1131. Es uno de los escritores que más creo entender si eso fuera posible entre una mujer de mi tiempo y de un hombre del suyo. Amaba el vino no sólo como una extensión de la vida mística o de descubrimiento religioso, amaba el vino como una constancia del cuerpo fuera de sí mismo: un llamado a permanecer en la tierra porque de lo otro no sabíamos nada, salvo que los muertos no regresan. Su poesía es directa, dice lo que tiene que decir, sin rodeos ni adornos. Como si tuviera una prisa secreta por dejar sus palabras antes de meterse a la próxima taberna. Como si una joven lo esperara y sólo tuvieran una noche para amarse antes de que ambos desaparezcan del mundo.

Hay en él una posibilidad de lo inmediato, una filosofía del instante que no es simple porque ya implica una cooperación de cuerpo y espíritu. No es de lenguaje que estamos hechos, es de constancia y de deseo y de un amor por la naturaleza. La que nos ha sido puesta frente a lo ojos. Ama lo que tienes. Pero aprende a dejarlo ir. No te quedes para siempre en el dolor de amar, es lo que dice.

Cuando necesito que alguien me diga lo que es la vida, lo vano de vivir, la seguridad que es la muerte y nuestro camino a ella voy con él.  Hay un desierto en su poética, quizá de ahí la sed del vino y las respuestas. Desprenderse de lo que se ama, dejar de preguntarse por lo que no sabemos nada, saber que sólo estamos sin pedir estar y que nos toca entregar este cuerpo que nos fue dado de la manera más limpia, liberados de angustia y que nuestro conocimiento pleno sea precisamente no conocer nada. Aprendo a escucharlo y agradezco la posibilidad de tocar un poco de su humanidad, de su duelo, de su andar por el mundo. Él camina bajo un cielo estrellado, yo también, algo nos une aún si no el tiempo que caminamos, aún si no la misma ciudad, aún si no el idioma: estoy hecha de la arcilla con la que se hacen los jarros que contienen vino y el asa de ese jarro era el brazo de un hombre que un día estaba vivo y abrazaba a su amada.

 

Brenda Ríos

Nació en Acapulco, Guerrero, en 1975. Ensayista, poeta y traductora. Estudió la Maestría en Letras Latinoamericanas en la UNAM. Ha sido profesora en la Facultad de Comunicación de la ui, en el iems y en la carrera en Desarrollo y Gestión Interculturales y en el Centro de Estudios Latinoamericanos, ambos de la unam. Ha impartido talleres de escritura creativa, de ensayo, crónica y poesía en distintos espacios en la Ciudad de México, Guerrero y Veracruz. Fue gestora cultural para el gobierno de la Ciudad de México y directora de una casa de cultura dependiente de la delegación Benito Juárez. Fue editora en la Dirección General de Publicaciones de la UAM. Forma parte del Consejo Editorial de la revista Casa del Tiempo de la Universidad Autónoma Metropolitana y de la revista Perros del Alba. Formó parte del Consejo Editorial de la sección de cultura del periódico Reforma en el periodo 2015. Fundadora de la editorial de libros electrónicos cuadronegroediciones.com. Ha traducido obra de Nádia Batella Gotlib, Rubens Figueiredo, João Filho, Joaquim Machado de Assis, Adélia Prado, Anne Sexton y Assionara Souza. Colaboradora de Casa del Tiempo, El Universal, Este País, Crítica, La Jornada, Luvina, Revista La Otra, Unidiversidad y Tierra Adentro, entre otras. Becaria de la primera generación del programa de la FLM (2003-2004). Becaria del fonca en el programa de Jóvenes Creadores (2009-2010). Beneficiaria del Programa de Residencias Artísticas de Libre Gestión fonca-conacyt (2010-2011) en Brasil y del Programa de Estímulos Artísticos pecda Guerrero (2010-2011). Premio Nacional de Poesía Ignacio Manuel Altamirano 2013. Beneficiaria del Programa de Residencias Artísticas Sacatar, Brasil (2019). Premio Estatal de Poesía María Luisa Ocampo 2018, otorgado por el Gobierno del Estado de Guerrero. Parte de su obra forma parte de las compilaciones Gilberto Owen, con una voz en cada puerto (feta, 2004); Función Privada, los escritores y el cine (Cineteca Nacional, 2013); Ficciones súbitas (Buenos Aires, Ediciones de Aquí a la Vuelta, 2014); Las musas perpetúan lo efímero: Antología de microrelatistas mexicanas (Perú, Micrópolis Ediciones, 2017); y Veintitrés y uno: Charlas con 23 escritoras (Nitro/Press, 2018); entre otras. Parte de su obra ha sido traducida al portugués.

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